¿En crisis? Karina La Princesita habló de su relación con Nico Furman – Revista Paparazzi

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Karina La Princesita comenzó un romance con Nico Furman el año pasado en medio de la pandemia. Después de varias idas y vueltas, la cantante se animó a confirmar la relación y sellaron su amor con una vacaciones al sur.

Sin embargo, en las últimas horas, un tuit de Karina encendió las alarmas y generó preocupación entre sus seguidores. A través de las redes, La Princesita pidió un abrazó y desató rumores de crisis con Nico.

Nico Furman, quien se desempeña como físico y músico, logró conquistar a La Princesita tras varias invitaciones a salir, y cabe recordar que ambos se conocieron en 2015 cuando él decidió participar del certamen Los Elegidos, en donde Karina actuaba como un reemplazo temporal.

Al principio, la cantante solo se animó a etiquetarlo como “un amigo”, pero luego de admitir que estaba “conociendo a alguien”, los tortolitos pasaron juntos la Navidad y le pusieron un importante título a la relación.

Este jueves, Karina enfrentó los rumores de crisis en La previa de la Academia. Cuando le preguntaron su estaba en crisis con Furman, la cantante fue contundente: “No, porque hace muy poquito que empezamos y es como el mejor momento. Me llamó la atención (tu pregunta) pero no me preocupé porque estoy tranquila, bien, como todo este tiempo”, respondió.

Sobre el tuit que publicó en el que necesitaba un abrazo, Karina explicó: “Es que, en realidad, era un chiste, estaba jodiendo. No estoy pensando en casarme, pero estoy tranquila, bien”, agregó.

El regreso de las joyas: los accesorios que relucieron en el Martín Fierro

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Si la red carpet lo mostró, es porque se usa. Llevar joyas es tendencia y así lo dejó en claro la alfombra roja del Martín Fierro.

Sí, es horas de ir al baúl de la abuela y rescatar las joyas que quedaron en el olvido.

Veníamos de épocas de austeridad sin ostentación, minimalismo. Después vinieron las joyas de autor, la joyería contemporánea. Ahora vuelven las joyas de todos los tiempos, ésas que son para toda la vida. Y se usan en composé: aros, collar y anillo de la misma piedra, como en los ´50, estilo Grace Kelly, a la medida de Hollywood, mucho glamour. Y a decir verdad, las joyas provocan otra presencia en la alfombra roja.

Pampita con las joyas de Jean Pierre.

La más glamorosa fue sin duda Pampita Ardohain. Llevó aros, anillo y pulsera con esmeraldas, rubíes y zafiros, que pertenecerían a la colección privada de la dueña de la joyería Jean Pierre. Eran tan costosas las joyas que cuando llegó a la alfombra roja del hotel Hilton, dos hombres de seguridad le acercaron las joyas para que se las pusiera. Los aros solamente salían 150 mil dólares. Tuvo que firmar un contrato con la joyería, y según cuentan los que compartieron mesa con ella, estaba muy nerviosa y no quiso levantarse siquiera para ir al baño por miedo a que se las robaran.

Julieta Ortega con aros de Jean Pierre. Así subió la foto a su cuenta de IG.

Julieta Ortega, Cristina Pérez, Nancy Duplaá también usaron joyas de Jean Pierre. Hay una nueva tendencia que personaliza como ponerse una joya. No es algo tan simple como ponerse un par de aros.

El reloj y los gemelos que usó Pablo Echarri.

“Nuestras piedras son de primera calidad, piezas importantes. Hacen que la mujer se destaque por el brillo y el color, por ser diferentes al resto. La calidad para nosotros es sinónimo de elegancia”, dice desde Jean Pierre que también fue elegida por los hombres que apostaron al lujo, como Pablo Echarri y Juan Minujín, con relojes y gemelos.

Carla Peterson, divina, con aros de Furman Jewels.

Carla Peterson y Florencia Peña llevaron joyas de Furman Jewels. Una firma con piezas de plata 925 y bañadas en oro, creaciones de mucha calidad y buen diseño. Sus ítems: creada por fanas del horóscopo y la astrología. Además de los signos van por animales y las iniciales.

Rubí Rubí subió fotos a su IG de algunas de las celebs que usaron sus joyas.

Los aros que llevaron las actrices a la gala del Martín Fierro, by Rubí Rubí.

Julieta Nair Calvo usó joyas de Rubí Rubí. “Eran aros en plata 925 con cristal rubí”, nos contó su estilista Romina Giangreco. Ahora ya lo sabés: las joyas volvieron para quedarse. Habrá que ir a buscar al cajón de la abuela y pedirle alguna prestada.

Texto: Redacción de Para Ti.

Fotos: Prensa Telefe/Instagram marcas.

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Cuatro maneras de bailar Piazzolla, en el San Martín

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En el centenario del nacimiento de Ástor Piazzolla, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín se sumará a la celebración con cuatro obras del genial compositor cuando este sábado, a las 20, retomen las funciones presenciales suspendidas por la pandemia con el espectáculo Piazzolla.

La compañía, que ahora dirige exclusivamente Andrea Chinetti -Miguel Ángel Elías dejó recientemente el teatro después de una trayectoria de 37 años, para tomar el desafío de conducir al Ballet de Salta-, supo sacarle el jugo a los entornos virtuales y nunca perdió el contacto cotidiano con el trabajo, ni siquiera durante las etapas de aislamiento más estricto. El ansiado retorno a los escenarios también fue posible por ventiladísimas salas de ensayo y joyas del repertorio que conservaban en la memoria de los cuerpos.

El espectáculo que se estrena esta semana enhebra, durante una hora, fragmentos de una pieza de Ana Itelman -un solo que justamente repuso Elías- y tres obras de Mauricio Wainrot, en reposición coreográfica de Diego Poblete y Elizabeth Rodríguez. Aunque todas lleven el diseño de iluminación de Alberto Lemme y música de Piazzolla, poseen muchos detalles que las hacen únicas y diferentes.

“Ahi viene el rey”, solo de Ana Itelman Carlos Furman

Compadrito con funyi en camiseta

“Ahí viene el Rey” es un solo para varón creado por Ana Itelman en los inicios de la compañía. La pieza es un fragmento de la obra Ciudad nuestra, Buenos Aires, estrenada en el Teatro General San Martín en 1968. Aquella era una obra monumental con actores, figurantes y bailarines, inspirada en “Poeta al pie de Buenos Aires”, de Fernando Guibert. Este solo extraído, por el contrario, es un momento íntimo y sintético.

El encuentro de la coreógrafa con el tango y el poema tuvo un montaje y una forma previos en el estreno de Esta Ciudad de Buenos Aires, que Itelman estrenó en el Teatro Nacional Cervantes en 1955. “Ahí viene el Rey/ Desorbitado infiel/ Agujereado cráneo de su suela”, dice el poema que le dio origen.

El solo, que ha tenido su propio recorrido independiente por el mundo, está montado sobre una pieza poco transitada de Piazzolla: “Canto de octubre”, una creación de Ástor en la etapa del quinteto Nuevo Tango. Esa época en la que Piazzolla aún era “lo nuevo” y se desgastaba en la discusión con la guardia vieja, que sentenciaba que lo suyo era otra música, pero que tango no.

Tal vez tomando partido en aquella contienda, Itelman subrayó la innegable tanguedad del compositor, recurriendo al tópico del compadrito, en soledad y en camiseta. Hay luces duras que cortan las sombras como un facón. Un hombre que baila con la vista al piso, sin distraerse en la velocidad, con el rostro oculto tras un funyi ladeado.

“Escualo”, de Mauricio Wainrot con música de Ástor Piazzolla Carlos Furman

El más clásico de los tangos contemporáneos

El programa continúa con “Escualo”, un dúo que forma parte de la obra Estaciones porteñas, fragmento que también suele volar con vida propia. “Estaba trabajando en el exterior cuando la pensé, pero no es una obra nostálgica sobre la Argentina. No tenía tiempo para la nostalgia”, asegura Wainrot.

La obra fue creada para el Ballet Estable del Teatro Colón, en 1997, para una gala de homenaje a cinco años de la muerte de Piazzolla. Es un trabajo hecho a la medida de una compañía clásica, lo que se nota especialmente en las levantadas. Aquí se juega otra velocidad. “Tiene un tono más brillante. Yo me imagino a la pareja coqueteando en un día de sol”, sigue el coreógrafo.

Con pasaporte internacional

Libertango es la primera obra que Wainrot creó con música de Piazzolla, allá por 1984, y desde entonces fue bailada por diferentes compañías en el mundo. El montaje, pensado desde la potente versión instrumental de 1974, está muy lejos de los quintetos de cámara. Y en esa potencia de energías masculinas y femeninas, también hay un momento para un dúo de varones.

Al estreno, que fue en el hall del Teatro San Martín, acudió Ástor Piazzolla: hay fotos que registran su disfrute, sentado en el piso, entre la gente. “Todas mis obras con música de Piazzolla tienen una gestualidad tanguera –observa Wainrot–, pero creo que Libertango tiene mi sello en la fisicalidad y la dinámica grupal”.

Una escena de “Las cuatro estaciones de Buenos Aires”, con Brenda Arana y Rodrigo Etelechea Carlos Furman

Las cuatro estaciones

El programa cierra con las Cuatro estaciones de Buenos Aires, estrenada en el Luna Park en 2005. Se trata de un extracto de Las 8 estaciones, donde Wainrot jugaba con la primavera, verano, otoño e invierno creados de Vivaldi y Piazzolla, y esa esquina barroca de ambos, que tanto le gusta al coreógrafo.

“Yo creo que las estaciones son las obras más divinas que escribió Astor. Nunca puedo dejar de lagrimear cuando escucho el Otoño”. Wainrot respetó el orden que el disco de Gidon Kremer le puso al año. De modo que comienza con el Verano Porteño, para después del Otoño y el Invierno, terminar la obra y el programa de la noche, en Primavera.

PARA AGENDAR

Piazzolla. Por el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, con coreografías de Mauricio Wainrot y Ana Itelman.

En la sala Martín Coronado del Teatro San Martín, Avda. Corrientes 1530. Sábados y domingos de julio y agosto, a las 20. Entradas desde $300.-

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