Joyas El Potro, una colección con un diseño exclusivo y baño de oro de 18 K

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Colección de 4 pulseras y 3 collares de la prestigiosa marca El Potro, de plata de ley 925, bañados en oro de 18K. Libres de níquel.

Día de entrega: domingos

PVP:

Pulseras: 9,95 (con el cupón del día)

Collares: 12,95 (con el cupón del día)

Listado de entregas:

Pulsera Heaven 12/09/2021

Pulsera Cosmos 19/09/2021

Pulsera Drops 26/09/2021

Pulsera Cross 03/10/2021

Collar Heaven 10/10/2021

Collar Drops 17/10/2021

Collar Cross 24/10/2021

Si no tienes fácil acceso a un quiosco o en tu localidad no hubiera ninguno, y quisieras conseguir esta colección, puedes escribirnos a levante.atencionalcliente@epi.es y te diremos cómo hacerlo.

Joyas arqueológicas para perderse en la historia

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El castro de Baroña es el enclave arqueológico más visitado de la comarca. Hasta Porto do Son acuden miles de personas cada año. Es por ello que el Concello trabaja en un plan de conservación para la edificación, y poder así ensalzar su particular espectacularidad MARCOS CREO

Dicen que quien conoce sus raíces no se desvía del rumbo. Y que quien cuida de su pasado, tiende a cometer menos errores en el presente. Echar una mirada atrás puede ser un viaje para entender la vida actual y, de paso, conocer la riqueza que nos rodea. Barbanza es una buena prueba de ello. Los restos arqueológicos son ricos, numerosos y dignos de una visita para cualquier vecino o turista.

Porto do son

Baroña. La joya de la corona de la zona es sin duda el castro de Baroña. Datado en el siglo I antes de Cristo, el asentamiento se encuentra en una zona espectacular, donde el mar rompe con fuerza y con una vista prodigiosa de la ría de Muros-Noia. El Concello de Porto do Son trabaja ahora para ponerlo de nuevo a punto y evitar que el desgaste por la afluencia de visitantes termine por echar a perder el lugar.

El Castro da Cidá ofrece una panorámica bellísima de Ribeira MARCOS CREO

Ribeira

A Cidade. La apuesta de ejecutivo local ha permitido descubrir y poner de relieve el castro de A Cidade, ubicado en el monte que le da nombre. Al lugar se accede desde el mirador de la Pedra da Ra, abriendo paso a una panorámica que permite recorrer la ría de Arousa, el parque natural y la parroquia de Corrubedo.

Guardián de dos joyas por legado de su padre

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A 58 kilómetros de Valladolid, más cerca de tierras zamoranas y salmantinas que de la propia ciudad del Pisuerga y en un territorio inmensamente llano, se encuentra el municipio vallisoletano de Alaejos. En el lugar se elevan al cielo las esbeltas torres de sus dos joyas, de valor incalculable, las iglesias de San Pedro y Santa María.

Dos piezas arquitectónicas únicas que conoce a las mil maravillas Mariano Rubio Martínez, de 80 años, nacido en la localidad vallisoletana y cuyos padres eran de Villavicencio de los Caballeros. Él es el sacristán de las dos iglesias idolatradas por los alaejanos, y anteriormente el auxiliar en la farmacia del pueblo durante más de 50 años.

Mariano es la persona que ayuda al sacerdote en el servicio del altar, cuida de los ornamentos, realiza el toque de campanas y es el guardián de estas dos joyas que sobresalen en la provincia de Valladolid.

Sacristán por legado

“Ayudo al párroco que tenemos que abarca los pueblos de Alaejos, Castronuño, Villafranca de Duero y San Román de Hornija, que tiene mucho trabajo, para que todo esté perfecto con el fin de que celebre las misas. Preparo los elementos de celebración y hago los toques de misa en sus respectivos horarios y también en fiestas o cuando se produce un triste fallecimiento”, nos cuenta el sacristán.

Mariano se jubiló hace 10 años, con 70, tras desempeñar durante más de 50 la labor de auxiliar en la farmacia del pueblo, para centrarse en ser guardián de la Iglesia de San Pedro y Santa María y desempeñar una de esas labores que muchos no ven pero que resulta vital para que todo esté en orden.

“Realmente, la labor de sacristán llevo desempeñándola durante mucho más tiempo pero de una forma más ligera. Empecé desde monaguillo y con mi padre, que también se llamaba Mariano y era el sacristán y organista dell lugar hasta su fallecimiento”, asegura nuestro entrevistado.

En el año 2.000 fue cuando su padre falleció y desde ahí ha ayudado a tres párrocos: a Don José, que ya falleció, a Don Javier que está en la actualidad en Valladolid, y ahora a Don José David.

Dos joyas de valor incalculable

El sacristán presume, como es lógico, de sus dos templos. La Iglesia de Santa María, del S.XVI, que “tiene un gran valor artístico” y “declarada Monumento Nacional en 1931”. El de Alaejos añade que “el artífice principal” de que la joya fuera así declarada fue “Miguel de Unamuno cuando estuvo de rector en Salamanca” ya que “pasaba mucho por Alaejos cuando se dirigía a Medina de Rioseco”.

“Es muy significativo el altar mayor renacentista, que es de Esteban Jordán, y que tiene dos cúpulas o artesonados. Cuentan que Unamuno se echaba boca arriba en el presbiterio y miraba el artesonado y la obra de arte que hay en la iglesia”, afirma nuestro entrevistado.

La altura de la torre de Santa María es de 65 metros, diez menos que la de San Pedro, de 75. “Parece ser, según comentarios, que pueden ser las dos torres más altas de la provincia de Valladolid y es gótico-mudéjar”, añade Mariano.

“La Iglesia de San Pedro fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1980. Es de mayor tamaño pero de menor valor que la de Santa María. El altar mayor de San Pedro es de un discípulo de la Escuela de Rincón, de un tal Sáez de Torrecilla”, finaliza.

Otro legado en el aire

Mariano asegura que “no tiene pensado dejar” la profesión de sacristán y que la desempeñará “hasta que la salud se lo permita” aunque añade que, como sucedió en su caso, es “difícil” que su hijo Carlos recoja el testigo porque “tiene otras dedicaciones” y “otras ideas”.

Sobre el coronavirus y estos meses complicados de pandemia, nuestro protagonista añade que “no ha sufrido la enfermedad” y que “ha seguido todos los protocolos para estar protegido” cumpliendo, a rajatabla, su desempeño de sacristán en el pueblo vallisoletano.

“Dentro de mi edad pido seguir como estoy y que mi familia pueda seguir adelante sin problemas de salud”, finaliza Mariano.

Un alaejano que desempeña una labor imprescindible, la de sacristán, en un oficio que sigue estando muy presente en la provincia de Valladolid.