Cuidarse de la covid-19 sale caro: el Estado compra tapabocas al triple de su costo de importación

]

En esta investigación de la diaria liderada por la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (PALTA) se constató que Uruguay paga los tapabocas descartables a un precio cuatro veces mayor que su costo de importación. El gobierno prometió que controlaría abusos de precios, pero no hay normativa que limite los márgenes de ganancia.

Corría el año 2019. Todavía no habían aparecido los primeros casos de covid-19 en Wuhan, y nada hacía prever la crisis sanitaria y económica global que se desataría apenas unos meses después. Ese año, el Estado uruguayo realizó cinco compras de mascarillas (tapabocas) descartables a un precio promedio de 2,24 pesos uruguayos (0,05 dólares) por unidad. En cambio, en 2020, en los primeros tres meses de la pandemia, el Estado pagó en promedio 0,9 dólares por unidad, un precio 18 veces más caro que en 2019. A modo de ejemplo, una misma empresa, Emilio Benzo SA, vendió el 9 de agosto de 2019 al Ministerio del Interior tapabocas descartables a un costo de 2,53 pesos uruguayos por unidad, y el 17 de marzo de 2020 le vendió al Poder Judicial el mismo insumo a un costo de 36,5 pesos por unidad.

Esta circunstancia no se explica solamente porque la demanda de mascarillas aumentó y los costos de estos insumos se incrementaron a nivel mundial, sino porque los márgenes de ganancia de las empresas que comercializan estos productos se ensancharon significativamente. De la comparación de los costos de importación con los precios surge que mientras en 2019 el Estado compraba los tapabocas al doble de su costo de importación, durante los primeros meses de la pandemia esta brecha fue aún mayor, y los sobreprecios llegan en algunos casos a 400% respecto del costo de importación, como queda de manifiesto en la siguiente tabla:

Comparativo de precios de mascarillas. En dólares, por unidad. (1) Promedio de los precios de las mascarillas por unidad en establecimientos comerciales, según información del Área de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y Finanzas del mes de junio de 2020.

(2) Promedio del precio por unidad de todas las compras de mascarillas realizadas por el Estado en los primeros tres meses de la pandemia (13 de marzo-12 de junio de 2020)

(3) Promedio del precio por unidad de todas las compras de mascarillas realizadas por el Estado en 2019.

(4) Promedio del valor CIF en dólares pagado por unidad por los importadores en los primeros tres meses de pandemia.

(5) Promedio del valor CIF en dólares pagado por unidad por los importadores en los meses de marzo y abril de 2019.

Fuentes: Unidad Centralizada de Adquisiciones (MEF), Agencia de Compras y Contrataciones del Estado, Sistema Lucía de Aduanas, Área de Defensa del Consumidor del MEF.

Durante la pandemia, las mascarillas descartables se venden al público a un precio cuatro veces mayor que su costo de importación; las mascarillas de tela se venden a más del doble del costo de importación; y las N95 le cuestan a la población más del triple de lo que costó importarlas.

Algo similar sucede con las compras que realiza el Estado de estos productos. Las mascarillas descartables se pagan el triple de su costo de importación, las de tela se pagan 50% más, y las N95 casi cuatro veces más.

A esto se suma que el 24 de marzo, el gobierno emitió una resolución que exonera de tributos el ingreso al país de mercaderías vinculadas al combate a la covid-19, y entre ellas figuran las mascarillas.

Si bien los sobreprecios registrados son importantes, en Uruguay no existe una normativa que establezca cuáles son los márgenes de ganancia aceptables en estos casos.

Venta de mascarillas en la Farmacia Antártida, en el centro de Montevideo, Foto: Mariana Greif

El mayor importador de mascarillas durante los primeros tres meses de la pandemia fue Farmashop (Coboe SA). Según la información que surge del sistema Lucía de la Dirección Nacional de Aduanas, Farmashop fue la empresa que invirtió un monto mayor en las importaciones de estos productos.

Entre las cinco empresas que gastaron más en la importación de mascarillas hay otra del rubro médico –Mediland SA, representante oficial en Uruguay de la multinacional Citizen Micro Human Tech– y una del rubro de equipamiento –Confir SA, empresa de comercialización y distribución de ropa de trabajo y elementos de protección personal–.

Pero en el ranking se destacan dos empresas cuyos rubros están muy distantes de la medicina: Dister Joyas SRL y la empresa mobiliaria Bertoni. Sus historias se cuentan en un artículo sobre empresas reconvertidas en la región a raíz de la pandemia, realizado por la Red PALTA.

En cuanto al origen de las importaciones, 77,8% de las mascarillas que ingresaron al país provinieron de China.

Origen de las importaciones de mascarillas.

Precios en descenso

El anuncio del ingreso de la covid-19 desató una fiebre inusitada en la población uruguaya. Las redes sociales se llenaron de imágenes de personas llevando carritos de supermercados repletos de distintos tipos de productos. Los preferidos para el acopio fueron el papel higiénico y el agua mineral. Muchas personas decidieron aprovisionarse como si se avecinara una guerra, y durante días faltaron algunos productos en las góndolas de los supermercados. El alcohol en gel se agotó en varias farmacias. Los comercios incluso tuvieron que establecer límites a las compras que podía realizar una sola persona para evitar el desabastecimiento.

En paralelo, los precios subieron abruptamente al inicio de la pandemia, aunque luego comenzaron a descender, como lo muestra el siguiente gráfico para el caso de los tapabocas o mascarillas descartables.

Evolución de los precios de las mascarillas descartables (por unidad). En pesos uruguayos, por establecimiento comercial.

Transcurridos tres días de la llegada de la enfermedad al país, la central sindical PIT-CNT se reunió con el gobierno y le planteó la preocupación de los trabajadores organizados por el aumento abrupto de los precios de bienes básicos de alimentación e higiene. El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, anunció el compromiso del gobierno de publicar en la página en internet del Área de Defensa del Consumidor un listado de precios de insumos básicos, y así lo hizo. El listado se actualiza de lunes a viernes. El cometido, según consta en el sitio del área, es darles herramientas e información a los consumidores. La información, desagregada por producto y por local de venta, se publica de manera regular para “contribuir con la transparencia de información respecto a productos esenciales de consumo y combatir prácticas abusivas que pueden perjudicar los derechos e intereses de los consumidores en este período de emergencia por la propagación global del covid-19”.

El 8 de mayo, el gobierno anunció un acuerdo con comerciantes, intermediarios y productores para no aumentar por tres meses los precios de la canasta básica de alimentos, de higiene y sanitaria. Este puede ser un factor que explique por qué los precios de las mascarillas, por ejemplo, no han tenido variación desde el 19 de mayo, según se muestra en el gráfico anterior.

El secretario de Presidencia dijo en una conferencia de prensa que el gobierno entendía que “hubo abuso” en materia de precios. Respecto del acuerdo, aseguró que “no hubo imposición del gobierno, sino planteos para tener precios razonables”.

Álvaro Delgado también dijo, en la misma instancia, que el Ministerio de Economía y Finanzas tiene “capacidad de sancionar” a las empresas “por incumplimiento” del acuerdo. Ya el 16 de marzo, en un comunicado, el gobierno había asegurado que vigilaría los precios de los productos alimenticios, de higiene y sanitarios junto con la Dirección Nacional de Aduanas para que no se dieran prácticas de “especulación y precios abusivos”. Pero más allá de la publicación de los precios, no se ejerce un control efectivo sobre los insumos médicos y de higiene. En conversación con la diaria, desde Defensa del Consumidor se planteó que finalmente el control estuvo destinado a los precios de los productos declarados de primera necesidad (alimentos de una canasta básica elaborada por el Sistema de Información de Precios al Consumidor y el Mercado Modelo).

Venta de mascarillas en la Farmacia Antártida, en el centro de Montevideo, Foto: Mariana Greif

Los gastos del Estado

El Estado uruguayo gastó 9,3 millones de dólares en los primeros dos meses de la pandemia solamente para comprar mascarillas, ventiladores, pruebas moleculares y equipos de protección personal, según la información disponible en el sitio del Ministerio de Economía y Finanzas y en la página de la Agencia de Compras y Contrataciones del Estado (ACCE).

Las compras públicas de insumos relacionados al combate a la covid-19 abarcaron a diversos organismos estatales, no solamente a los vinculados al rubro salud. En el caso de la adquisición de mascarillas, equipos de protección personal y pruebas diagnósticas, la mayor adquirente fue la Unidad Centralizada de Adquisiciones del Ministerio de Economía y Finanzas (UCA), porque compró para distribuir entre distintos organismos del Estado. Las mascarillas adquiridas por UCA se destinaron a los ministerios del Interior y Defensa Nacional, Presidencia de la República, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Banco de Previsión Social, el Banco de Seguros del Estado, el Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU), el Hospital de Clínicas de la Universidad de la República, el ente petrolero estatal ANCAP y el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente. También se destinaron mascarillas para las intendencias de Paysandú, Lavalleja, Maldonado, San José y Colonia. Desde la UCA explicaron a la diaria que se adquirieron insumos sólo para cinco intendencias de las 19 que tiene el país, porque fueron estas las que lo solicitaron. Para la adquisición de mascarillas, la UCA gastó cerca de 850.000 dólares en los primeros dos meses de pandemia.

Pero otros organismos estatales también gastaron sumas importantes para comprar estos insumos. La empresa estatal de agua y saneamiento, OSE, gastó cerca de 70.000 dólares; ASSE, el prestador público de salud en Uruguay, le sigue con aproximadamente 40.000 dólares, y luego figura el Ministerio del Interior con una cifra similar.

El Estado pagó las mascarillas en general a un precio menor al de venta al público, aunque hay excepciones. El 23 de abril, la Administración Nacional de Correos pagó por una compra de 3.000 mascarillas descartables a la empresa H Rafuls Camou 1,34 dólares por cada mascarilla, cuando el precio promedio de venta al público de ese insumo en esa fecha era de 1 dólar. Del mismo modo, el 27 de abril, el Instituto Nacional de Donaciones y Trasplantes del Ministerio de Salud Pública pagó 1,37 dólar por cada mascarilla a la empresa Salomón Najson e Hijo Ltda, en una compra de 100 unidades. Y el 15 de mayo, la Dirección Nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura pagó 1,25 por cada mascarilla a la empresa Barbados SA, en una compra de 500 unidades, cuando el precio de venta al público en ese momento promediaba los 0,87 dólares.(*)

En las compras que se realizaron durante el primer mes de la pandemia, la adquisición de las mascarillas N95 fue a un precio superior al del mercado, pero luego los costos bajaron sensiblemente; este producto pasó de costar en promedio 500 pesos (11,4 dólares) durante el primer mes a costar 190 pesos (4,3 dólares) en promedio durante los últimos dos meses.

Los precios más altos pagados por el Estado en compra de mascarillas. (*) En pesos, por unidad, incluye impuestos

Más allá de la información general, que es pública en el sitio de ACCE, los estudios técnicos y la información detallada sobre las razones que llevan a cada organismo a seleccionar una oferta sólo están disponibles para los proveedores que ofertan, informaron a la diaria desde las secciones de compras de los organismos públicos consultados.

Algunas de las empresas que se beneficiaron en mayor medida de las compras públicas de mascarillas ya pertenecían al rubro médico. Es el caso de Medicalkit SA, una empresa dedicada a la fabricación e importación de ropa descartable en tela no tejida (TNT) para el área médico/hospitalaria, que funciona en el país desde 1992. También de Sakira, Unión Disprofarma y Medical Zonsejnas, empresas de comercialización e importación de productos médicos.

Otro grupo de beneficiarios está constituido por empresas que se dedican a la importación de distintos tipos de productos, como en el caso de Zupre Ltda, Alejandro Carbajal Rodríguez y Peques SRL.

Finalmente, un tercer grupo está compuesto por empresas cuyo rubro no es la comercialización de productos médicos, como en el caso de Imprenta La Económica SA; Somalux SA, empresa de comercialización de insumos de oficina y artículos de limpieza; y Dersolan SA, una empresa familiar de calzado. En este último caso, sus dueños buscaron una nueva línea de negocios en el marco de la pandemia para evitar que la empresa cerrara. Su historia se relata en el artículo de Red PALTA ya mencionado sobre empresas que se reconvirtieron para intentar paliar los impactos de la covid-19 en su actividad económica.

Las 10 empresas más beneficiadas por las compras públicas de mascarillas. Fuentes: Unidad Centralizada de Adquisiciones (MEF), Agencia de Compras y Contrataciones del Estado.

La academia al servicio del país

En Uruguay, la sociedad civil y la academia se incorporaron activamente a colaborar en el combate a la covid-19. Un ejemplo de ello es la creación de la plataforma Acá estamos Uy, una iniciativa de innovación social que nuclea en un mismo sitio en línea diversas iniciativas ciudadanas, desde la organización de ollas populares hasta propuestas en materia educativa, laboral y cultural. En ese marco se generó una iniciativa que tuvo sus primeros frutos el mes pasado. Docentes y estudiantes de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República (Udelar), docentes de Diseño y Fabricación Digital junto al Departamento de Innovación y Diseño de la Universidad del Trabajo (UTU), el Hacklab (espacio académico de la Facultad de Arquitectura) y el espacio colaborativo La Fábrica desarrollaron 21.000 protectores faciales para el combate a la covid-19.

El protector o mascarilla facial es una pantalla transparente de PET (tereftalato de polietileno) que sirve para proteger ojos, nariz y boca de salpicaduras de fluidos. Farmashop los vende a 389 pesos (8,8 dólares).

A mediados de mayo, la Organización Panamericana de la Salud, Udelar y UTU le entregaron al Ministerio de Salud Pública los 21.000 protectores faciales elaborados de forma colaborativa, que fueron destinados al cuidado del personal de la salud pública y privada en Uruguay.

(*) Nota de edición: Una versión previa de esta nota mencionaba a la empresa Aresche Buffo Alejo en la enumeración de las ventas al Estado que estuvieron por encima de los precios de mercado, pero el dato es erróneo: la empresa fabrica tapabocas de tela y no tapabocas descartables, por lo que sus precios están muy por debajo del promedio del mercado. Pedimos disculpas a los involucrados y a los lectores.

Este reportaje forma parte de una investigación regional, liderada por la red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (Red PALTA), que integran la diaria de Uruguay, OjoPúblico de Perú, Datasketch de Colombia, La Nación de Argentina, PODER de México, OjoConMiPisto de Guatemala y El Faro de El Salvador, apoyada en parte por Hivos y Open Contracting. Para leer sobre el sistema de compras y contrataciones de América Latina también puedes ingresar al sitio de la Red Palta.

Entre la adaptación y la sospecha: la metamorfosis de los negocios en América Latina

]

Por La Diaria - Juan Aldecoa, Stephanie Demirdjian, Natalia Uval

En marzo de este año la empresa Dersolan S.A, dedicada a la fabricación de zapatos en Uruguay, tenía todo listo para comenzar a preparar los pedidos de la temporada de invierno, cuando el coronavirus aterrizó en América Latina. Los materiales, los modelos, la mano de obra, todo estaba listo, pero el 13 de ese mes, el gobierno decretó la emergencia sanitaria y se paralizaron las ventas. La compañía se vio forzada, como decenas de otras en la región, a buscar un segundo plan para adaptarse y sobrevivir.

Varias empresas de América Latina han adoptado durante los últimos meses nuevas líneas de negocio vinculadas a la demanda de productos que genera la pandemia. Algunas lo hicieron para aprovechar el contexto e incrementar sus ganancias; otras irrumpieron de un momento a otros en negocios vinculados a la salud para el que no tienen experiencia.

Objetivo: sobrevivir

Dersolan S.A. es una empresa familiar de calzado que nació en la década del 60. Además de fabricar zapatos, también importa equipamientos de hotelería, como carros de limpieza, ropa de cama, almohadas, bandejas o apoya maletas. “Tratamos de abrir un poco más el abanico porque, con el calzado nacional solo, está complicado”, confiesa Alejandro Biasiolli.

Alejandro se encarga de las ventas junto a su hermano. El papá, que hoy tiene más de 80 años, es el fundador de la empresa y se mantiene como director, aunque en estos días ejerce el cargo a la distancia, para cuidar la salud. La página web dice en la parte institucional que la filosofía de la empresa no es “hacer negocio simplemente” sino, además, “crear algo valioso” y “que tenga trascendencia”.

La pandemia de Covid-19 no es la primera crisis que golpea a esta empresa uruguaya, que ya había tenido que ajustarse después de la crisis del 2001 en Argentina, un país del que dependía gran parte de sus exportaciones. “El 2002 fue un año bisagra para nosotros”, recuerda Alejandro; “tuvimos que reducir la cantidad de personal y a partir de ahí fueron años muy complejos. Pero, después de mucho trabajo, dedicación y desgaste, pudimos salir adelante”.

Hoy intentan emplear la misma fórmula para sobrevivir en el mercado. La empresa sigue de pie y da batalla en un escenario local en el que muchas fábricas tuvieron que cerrar y los comercios quedaron suspendidos durante meses. Las mascarillas aparecen en este contexto como un bote salvavidas al cual aferrarse para mantenerse a flote.

La idea de empezar con la venta de tapabocas surgió “de la necesidad del mercado”, explica Alejandro. “Vimos que la enfermedad iba creciendo de una manera desmedida y que en Argentina se estaba complicando. Prestamos atención a estas señales y, después, cuando el virus empezó a aparecer en varios lados, vimos que lo que se veía en las imágenes, todo el tiempo, eran tapabocas. Se notaba que la enfermedad era muy volátil”. Tarde o temprano, pensaron, serían útiles y necesarios también en Uruguay.

Esta compañía familiar ocupa ahora el cuarto lugar en el ranking de empresas beneficiarias de compras estatales de mascarillas. “Fue un giro de 180 grados”, dice Alejandro acerca de los cambios que se vieron obligados a implementar cuando llegó la pandemia al país. El vendedor no cree que sigan haciendo tapabocas durante mucho tiempo más, porque “ya se está dejando de lado y también hay mucha oferta”. Sin embargo, asegura que en su momento fue una buena decisión.

Buen ojo para los negocios

Otras empresas se dedicaron a la importación de insumos como una forma de incrementar sus ganancias. Es el caso de la empresa mobiliaria uruguaya Bertoni. Matías De Uribarri, ejecutivo de ventas de Bertoni, contó que la empresa ya tenía clientes del rubro médico, por ejemplo las mutualistas La Española, Casa de Galicia, CASMU, Medicina Personalizada (MP) y el Hospital Británico, a quienes les vendía pisos hospitalarios y camas médicas. Aprovechando la infraestructura que ya tenían para la importación, la utilizaron para comprar mascarillas y venderles a mutualistas que ya eran clientes suyos. Pero esta línea de negocios “es circunstancial, nada más”, aclaró.

En Perú, más de 33 millones de mascarillas (alrededor de 155 toneladas) salieron rumbo a China entre enero y marzo de este año. Estos productos, valorizados en US$4.9 millones, salieron por vía aérea hacia el país de origen del brote del Covid-19. De acuerdo a cifras oficiales del gobierno peruano, un grupo de 70 empresas de dicho país enviaron sus cargamentos al gigante asiático, mientras la enfermedad se expandía a Europa y a América Latina; y al mismo tiempo se reportaba el desabastecimiento de mascarillas en el mercado peruano.

Un grupo de 12 compañías lideraron los envíos a China, principalmente en febrero. Entre ellas, destacan empresas creadas recientemente, entre 2018 y 2019, así como otras que cambiaron su giro de manera sorpresiva ya que se dedicaban a la exportación de productos disímiles (ropa, conservas, alimentos, adornos) o la importación de autopartes, en casos similares a los de otros países de la región.

También hubo compañías, gran parte de ellas ubicadas en el centro de la capital, que exportaban por primera vez en las actuales circunstancias o que habían dejado de hacerlo durante años y que de pronto activaban sus procesos para despachar mercadería al extranjero.

Recién el 8 de abril Perú ordenó que los cargamentos de mascarillas y otros insumos sanitarios no salgan del país hasta que tengan una opinión favorable de su Ministerio de Salud. Tres días después, el primer ministro en este país, Vicente Zevallos, incluso llegó a hablar de la requisa de dichos productos. Para aquella fecha, casi todas las empresas con acceso a las mascarillas habían despachado sus productos al extranjero.

La uruguaya Dister Joyas SRL también comenzó a incursionar en el rubro médico a raíz del surgimiento de la Covid-19, pero llegó para quedarse. “Sin dudas, nos vamos a quedar en el rubro”, aseguró el dueño de la empresa, Diego Pérez. Dister Joyas tiene una oficina en Asia que paralizó completamente sus actividades a raíz de la pandemia de covid-19.

La importación y venta de mascarillas “se vio como una oportunidad en la crisis”, y la empresa consiguió venderle los productos que importó a operadores de la salud en Uruguay, principalmente mutualistas y emergencias médicas.

Cambios sospechosos

En otros casos, las empresas han cambiado sus razones sociales para venderle a los Estados insumos vinculados a la pandemia. En Colombia, la celeridad con la que las autoridades de ámbito nacional, regional y local han tenido que contratar el suministro de insumos para combatir el coronavirus deja casos sospechosos como el de Turnkey Logistics Consultants S.A.S, que el 27 de abril firmó con la Secretaría de Salud del Valle del Cauca un contrato por US$ 7'325.740) para la compra de 300 ventiladores mecánicos.

Un mes después de la firma de dicho contrato, Turnkey, cuya actividad principal es “Otras actividades complementarias al transporte” cambió su razón social para adaptarse a las necesidades del contrato firmado con el Estado.

Esto deja un manto de duda sobre la idoneidad de Turnkey para proveer material sanitario como ventiladores hospitalarios. A esto, cabe agregar que Turnkey en el pasado ha importado productos de las empresas California Tattoos y Alcoholes Finos Dominicanos, este último con productos tales como alcohol etílico natural, dióxido de Carbón, biomasa y fertilizantes.

Algo similar ocurrió con la comercializadora mexicana Cruhoz, fundada en 2015, que tiene como objeto social lo relacionado con la construcción, compra, venta y distribución de productos para la construcción, según su acta constitutiva. Sin embargo, vendió 10.825 mascarillas quirúrgicas para Covid-19 a 0,34 centavos de dólar, es decir, un monto total de 907,76 dólares. La compra a la firma creada en Oaxaca, en México, y propiedad de Mario Enrique Ortega Toward y Carlos Enrique Zacarías Ramírez, fue realizada por Telecomunicaciones de México.

La iniciativa DISTER reunirá en Teruel una treintena de actos entre febrero y marzo sobre diseño joven y sostenible

]

Javier Hernández, director del proyecto, Ramón Fuertes, concejal de Empresas, Autónomos, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Teruel, y Camino Ibarz, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales Fundación Térvalis.

Javier Hernández, director del proyecto, Ramón Fuertes, concejal de Empresas, Autónomos, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Teruel, y Camino Ibarz, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales Fundación Térvalis. - AYUNTAMIENTO DE TERUEL

TERUEL, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La iniciativa DISTER2020 va a reunir una treintena de actos entre el 27 de febrero y el 31 marzo, bajo el lema ‘Teruel, capital del diseño joven sostenible’, un proyecto único en España que aúna diseño y artesanía, ligados a la sostenibilidad y la inclusión social.

El objetivo de esta acción, que organiza el Ayuntamiento de Teruel bajo la dirección de Javier Hernández, el patrocinio de la Fundación Térvalis y la colaboración del Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza y la mayoría del diseño turolense, es refrendar la ciudad de Teruel como un referente nacional de una nueva forma de crear y diseñar que sea respetuosa con el medio ambiente y con las

personas.

Así lo han explicado los organizadores en una nota de prensa, en la que han indicado que se han programado en la ciudad exposiciones de moda, muestras fotográficas, talleres de customización y ‘do it yourself’, desfiles o conferencias.

Los promotores de la iniciativa han sostenido que la historia de Teruel y su monumentalidad “se ha construido siglo tras siglo a través del diseño, tanto artístico como arquitectónico” y DISTER nace de la necesidad de continuar con ese legado “y abrir así las puertas a nuevas creaciones y nuevos talentos, tanto de nuestra provincia

como de alrededores”.

El programa incluye la visita de artistas llegados de varios puntos de la geografía española y en el que participan personalidades como el fotógrafo Robert Royal y promesas de la moda, como la turolense, Elena Martín, con la firma Anhelebloom, que el pasado año desfiló en la gran Semana de la Moda de Nueva York y que cumple a la perfección los valores éticos de sostenibilidad y compromiso social que persigue

ACTIVIDADES

La inauguración del DISTER2020 tendrá lugar el 27 de febrero, a las 19.30 horas, con un gran acto de bienvenida en el Teatro Marín. El viernes, 28, a partir de las 19.00 horas, se abrirá al público la muestra ‘La seda y los inicios de la moda contemporánea en los años veinte’, en la sala de exposiciones del Centro de Ocio Joven José

Antonio Labordeta.

En ella se expondrán un total de 25 modelos, entre los que se encuentra un Chanel original, llegados desde el Museo de la Festa de Algemesí, bajo el comisariado de Guillem Bernat.

A partir del jueves, 5 de marzo, a las 19.00 horas, se podrá acceder a la sala de la Muralla de Teruel para disfrutar de la muestra ‘Robert Royal: El fotógrafo de los años decisivos’, que incluye alrededor de 55 fotografías, doce de ellas inéditas del genio turolense, Manuel Pertegaz.

Aprovechando la presencia del fotógrafo en Teruel, se celebrará una conferencia el viernes, 6 de marzo, en el salón de actos del Vicerrectorado de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Teruel dirigida a los jóvenes estudiantes.

El edificio de Bellas Artes de la universidad es el enclave escogido para otra exposición, ‘La Inspiración del Agua. Joyería sostenible’, que dirige la Asociación de Artesanos de Aragón en colaboración con la Universidad de Zaragoza. La inauguración tendrá lugar el martes, 10 de marzo, a las 12.00 horas y podrá visitarse hasta el 27 de marzo, de 8.30 a 21.00 horas.

EVENTOS Y TALLERES

El 1 de marzo tendrá lugar el encuentro lúdico ‘Cambiamos plástico por flores’, junto al Centro de Ocio Joven, de 11.00 a 14.00 horas. Allí se repartirán grandes bolsas de papel a los turolenses para que el día 29 de marzo las devuelvan repletas de plástico y reciban a cambio una pequeña maceta con una flor.

Habrá además una chocolatada ecológica con vasos de papel reciclado para todos aquellos que quieran acercarse. El encuentro contará con la participación de la Asociación contra el Cáncer, Caritas, ATADI, centros de enseñanza secundaria y el Grado de Bellas Artes.

El proyecto Silknow, que emana de la Universidad de Valencia, se presentará el día 3 de marzo, a partir de las 19.00 horas, en el casino turolense. Se trata de un estudio completo de investigación sobre la conservación y la diseminación de la herencia europea de la seda desde el siglo XV al XIX que cuenta, además, con aportaciones de las nuevas tecnologías y un telar virtual.

DISTER también ha querido rendir homenaje a las trabajadoras de Confecciones Teruel, “la mayor industria textil de Aragón y una de las más importantes de España”, han precisado los organizadores.

Para eso, se ha organizado un encuentro distendido con los jóvenes diseñadores que visitarán Teruel esos días donde se llevará a cabo un reconocimiento a las personas que, con su trabajo, contribuyeron al progreso de nuestra ciudad. Será el 7 de marzo, en el Casino, a las 19.00 horas.

ACTIVIDADES EN LA UNIVERSIDAD

La Universidad de Zaragoza a través del Campus de Teruel se ha querido sumar a la programación de DISTER con la Semana del Medio Ambiente de Unizar y desde el 23 al 29 de marzo se podrá visitar la exposición del Proyecto Libera-Luchamos contra la basuraleza. Además, el día de la inauguración habrá un desayuno ecológico con los alumnos de la facultad y los miembros de ATADI.

Con respecto a los talleres, Emilio Mateo impartirá el primero de ellos titulado, ‘Taller Cáñamo y Esparto’, que ocupará la tarde del 8 de marzo y tendrá lugar en el Centro de Ocio Joven, de 17.30 horas a 20.30 horas.

El siguiente taller, ‘Moda y fotografía’, se desarrollará el jueves 12 de marzo y está dirigido a alumnos de Secundaria y contará con la participación de los estudiantes del Instituto Vega del Turia.

Durante los tres días siguientes, tendrán lugar los talleres de ‘Joyería Sostenible’, a cargo de Teresa Fabregat, ‘El Sombrero Joven’, con Araceli Sancho, y el de ‘Autodiseño’, dirigido también por Teresa Fabregat, en el que enseñará cómo aprovechar las piezas sueltas y otros enseres para realizar nuevas propuestas de artesanía.

El primero se celebrará en el edificio de Bellas Artes del Campus de Teruel, a las 11.00 horas, mientras que el segundo y el tercero se desarrollarán en el Centro de Ocio Joven, de 17.00 a 21.00 horas y de 11.00 a 13.30, respectivamente.

Por último, Mariola Marcet enseñará al público asistente cómo dar una segunda vida a la ropa con su ‘Taller de customización’ que ocupará la mañana y la tarde del martes 24 de marzo y tendrá lugar en el Casino de Teruel.

COLECCIONES Y CHARLAS

Además de la conferencia del fotógrafo Robert Royal, se han programado varias charlas más relacionadas con el diseño, la moda y la artesanía. La primera de ellas es la de Ana Bendicho Romero, diseñadora de la imagen corporativa de DISTER y toda una personalidad en el campo del diseño de producto y marca. Su intervención tendrá lugar en la sala de conferencias de la Fundación CAI, el 4 de marzo, a las 19.30 horas.

El día 11 de marzo, Begoña García contará cómo a través de la tecnología láser es posible ahorrar agua en los procesos de producción de la tela vaquera. Será en la sala de conferencias de la Fundación CAI, a partir de las 19.30 horas.

También dentro del programa de DISTER2020 se engloba la charla, ‘¿Por qué le llamamos cambio climático cuando quieren decir cambio global?’, una intervención a cargo del profesor de la Universidad de Zaragoza, José Manuel Nicolau, que tendrá lugar en el Casino Turolense, el día 25 de marzo, a las 20.00 horas.

Finalmente, el día 26 de marzo, tendrá lugar la conferenca ‘Diálogos’, a cargo de Clara Licer, alumna de diseño que presentará su trabajo sobre la Artesanía Turolense y Carlos López con un estudio acerca de Manuel Pertegaz y la regeneración cultural en la posguerra.

DESFILES

Uno de los puntos fuertes de DISTER serán sus desfiles y presentaciones de colecciones, que arrancarán el 18 de marzo y se prolongará hasta el domingo 22, en el Centro de Ocio Joven José Antonio Labordeta. Entre ellos se encuentran firmas como Anhelebloom, Elena Soriano, Andra Cora o Mariluz Icart. Además, una de estas pasarelas estará protagonizada por los miembros de ATADI.