Con barbijos y pruebas covid se realiza un desfile folclórico en Bolivia

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Este contenido fue publicado el 16 julio 2021 - 22:17

El Alto (Bolivia), 16 jul (EFE).- Un desfile de danzas folclóricas en honor a la Virgen del Carmen tomó este viernes las calles de la ciudad boliviana de El Alto, en medio de la realización de pruebas de covid-19 a los bailarines, el uso de mascarillas y la restricción de la venta de bebidas alcohólicas.

Se trata de la primera “mini” entrada o desfile folclórico que se realiza desde que la pandemia de la covid-19 llegó a Bolivia en marzo del año pasado y que cuenta con el aval de la alcaldesa de esa urbe, Eva Copa.

Este desfile se realiza en honor a la virgen del Carmen, la “patrona” de La Paz, región que este viernes conmemora los 212 años de su gesta libertaria contra la corona española.

Las autoridades locales dieron permiso para que participen de este desfile un decena de fraternidades y que cada una cuente con hasta 50 bailarines, ya que usualmente esta entrada es masiva con centenares de danzarines.

La alcaldesa Copa dispuso una “ley seca” que prohíbe la venta y el consumo de bebidas alcohólicas por esta jornada, también estableció como requisito la presentación del certificado de vacunación y la realización de pruebas antígeno nasal a los músicos y bailarines antes de participar en la entrada.

EL DESFILE

La jornada comenzó con una misa en la parroquia Santa María de Los Ángeles de El Alto, ciudad contigua a La Paz, y luego se realizó una procesión llevando la imagen de la Virgen del Carmen.

Las calles por donde iba a pasar el desfile en la zona 16 de Julio fueron cerradas y fumigadas, mientras las personas se iban aglomerando para ver el paso de los danzarines, ya que este viernes es festivo en la región.

Muchos de los bailarines, luciendo sus vistosos trajes folclóricos, hacían fila en los puntos autorizados para realizarse la prueba antígeno nasal.

Pasado el mediodía, las fraternidades comenzaron a hacer su paso por las calles utilizando barbijo o las mascarillas transparentes para evitar el contagio de la covid-19.

En esta ocasión se presentaron danzas como la morenada, la kullawada, la moseñada, los caporales y el tinku, mostrando en muchos casos sus coloridos trajes, las máscaras y las joyas.

“A pesar de la pandemia seguimos con las tradiciones de Bolivia bailando y cuidándonos”, dijo a Efe Lotrin Masias, una de las bailarinas de moseñada.

Agregó que tiene un poco de “miedo” de participar en medio de una pandemia, pero que ha tomado todas las medidas necesarias para evitar un contagio.

De la misma manera, Javier Arias, otro de los bailarines, expresó a Efe que con estas fiestas también se ayuda a reactivar el movimiento económico y que a su vez se toman todas las medidas de bioseguridad.

A pesar de todas las medidas dispuestas, varias de las personas que fueron a observar el paso de los bailarines no usaban mascarilla y se generó una aglomeración.

Luego de que la decena de fraternidades bailara con mucha emoción, se procedió a desalojar del lugar a las personas que fueron a ver el desfile y comenzaron a fumigar nuevamente las calles.

Bolivia vive la tercera ola de la covid-19 que está en plena desescalada, aunque las autoridades del Gobierno de Luis Arce advirtieron de una posible cuarta ola.

El país acumula 17.375 decesos y 459.579 casos de covid-19, desde los primeros casos detectados en marzo de 2020 y la vacunación con la primera dosis alcanzó a 2.528.672 personas y con la segunda 866.647, según datos del Ministerio de Salud. EFE

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Enamorados de la moda juvenil: cómo los 90 se han colado en nuestro armario

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“So tell me what you want, what you really, really want”. En 1996 ascendía en los top ten musicales a ambos lados del Atlántico la canción Wannabe, de las Spice Girls. El espíritu festivo y la cultura pop se colaban así en nuestros armarios con una serie de prendas que son ya icónicas, desde los tops a las joyas de vidrio, los microshorts de punto y el estampado tie dye.

No existía Instagram y hasta el 2003 no nacería la primera red social por excelencia: Myspace, pero las campañas de moda en las revistas dejaban claro lo que representan los 90 en la moda y que esta primavera/verano ha vuelto a ponerse de manifiesto: ganas de jugar, de arriesgarse, de mezclar, de ir cómoda y, especialmente, de dar rienda suelta al espíritu joven que no tiene edad.

Un estilo innovador y llamativo de la firma Dolce&Gabana, que rompe con los colores básicos

“Las tendencias de los noventa han regresado con fuerza, pero, a diferencia de lo que pasaba en esos años, los jóvenes de ahora tienen muchas más referencias para construir looks igual de transgresores, pero con una estética mucho más espontánea y graciosa, rechazando el minimalismo y la esencia purista que hasta hace poco dominaba completamente en Instagram. TikTok ha contribuido notablemente a esta nueva ola jovial en la moda”, expone Francesca Montrasio, profesora de Estilismo en el Istituto Marangoni, de Milán.

Los jóvenes de ahora tienen muchas más referencias para construir ‘looks’ igual de transgresores, pero con una estética mucho más espontánea y graciosa Francesca Montrasio Profesora de Estilismo en el Istituto Maragoni, de Milán

Le secunda Gisela Ardenuy, al frente del showroom Ardenuy: “Las instagramers actuales son toda una inspiración en lo que a frescura, libertad, humor y alegría se refiere, y lo aplican a sus looks. El color y los filtros permiten una imagen sugerente y atrevida, que luego cada uno puede llevar a su terreno propio, tanto si se tienen 20 años como 30 o 40. Lo que sobresale son las ganas de emplear el vestuario para mostrar nuestro lado más entusiasta”.

Un modelo de clara inspiración de los alegres 90

Pasarelas como la Copenhagen Fashion Week son estandarte de este espíritu vitalista y del regreso de todos los colores, incluyendo a los más encendidos. Trajes en amarillo flúor, leggings en lila, pantalones acampanados en rosa chicle… Y, como buena muestra del retorno de los estampados de los noventa, causa furor el tie dye, una técnica que significa literalmente atar y teñir. Nacida en el Perú precolombino, tuvo su momento álgido en los años veinte y treinta del pasado siglo en Estados Unidos, durante la Gran Depresión, como un sistema para renovar el armario de forma económica. Técnicas como el degradado, la espiral o los círculos son las preferidas de influencers y consultoras de moda danesas como Emili Sindlev, Nike van Dinther o Pernille Tesibaek.

Una chaqueta y un pantalón corto tie dye de la firma de venta Cecilie Copenhagen

Cecilie Copenhagen, firma de venta en plataformas de moda de lujo como Farfetch, invita precisamente a sumergirse en el verano con una colección en la que no faltan los vestidos y conjuntos de chaqueta y pantalón corto con un tie dye muy ligero, perfecto para quienes gustan de esta tendencia, pero prefieren lucirla con sutileza.

Dolce & Gabbana rinde homenaje a los noventa con su ADN floral. Eso sí, con destellos pop en forma de margaritas de gran tamaño en leggings y pantalones ajustados. Asimismo, el tándem siciliano recupera las texturas metalizadas y las camisas de corte ancho en color-block.

Bugs Bunny y el Pato Lucas en la nueva colección de Tommy Jeans

Irressistibles ‘cartoons’ ¿Quién en los noventa no sucumbía a The Simpson o a las tiras cómicas de Garfield? Tommy Jeans acaba de lanzar una colección con el gato atigrado por antonomasia en una serie de camisetas y sudaderas. Le acompañan, como no podía ser de otra forma, otros personajes de ficción muy queridos en esa época como Bugs Bunny y la pareja Ren y Stimpy. El mejor complemento a este look televisivo son las gafas de sol con vidrios de colores y monturas metálicas de forma rectangular o mariposa, como las de la firma Woodys Barcelona, que apuesta firmemente por la sostenibilidad.

“El consumo responsable es una de las grandes diferencias entre los noventa y la actualidad. Los materiales que se emplean ahora acostumbran a ser reciclados o incluso biodegradables, algo que con los tejidos y materiales propios de los noventa, con abundancia de tintes artificiales y de plástico, no ha sido tarea fácil”, apunta Katharine Morris, de Mango Materials, empresa californiana que ahora está testando tejidos 100% respetuosos con el medio ambiente en la marina de Berkeley.

El consumo responsable es una de las grandes diferencias. Los materiales que se emplean ahora acostumbran a ser reciclados o incluso biodegradables" Katharine Morris Mango Materials

A la sostenibilidad se une la búsqueda de un mundo más igualitario, como demuestran desde Top Manta, que acaban de presentar las zapatillas Ande Dem, a medio camino entre las zapatillas de deporte y las de montaña, con reminiscencias de las Panama Jack y las bambas Buffalo, dos de los icónicos calzados de los noventa. Diseñadas por manteros senegaleses con la colaboración de la investigadora y arquitecta Sara González de Ubieta, premio Ciutat de Barcelona de diseño, y de la diseñadora gráfica Helga Juárez, las zapatillas Ande Dem se han fabricado en talleres locales de Alicante y de Oporto para incentivar la industria artesana del calzado y evitar la explotación laboral. En su spot promocional han participado actores de la talla de Alba Flores y Paco León.

Zapatillas Ande Dem de la firma Top Manta

Los noventa nunca han dejado indiferente a nadie y uno de sus símbolos más evidentes son las prendas que no esconden el cuerpo, desde los tops a los shorts. En colaboración con la diseñadora Carlota Cahis, la firma La Veste, a cargo de la influencer y empresaria Blanca Miró y de la también diseñadora María de la Orden, han puesto la guinda del pastel a este revival con un total look formado por un cárdigan y unos shorts confeccionados en algodón trabajado en punto Jacquard. Elegancia y sofisticación que, tras los tiempos duros de la pandemia, busca su binomio en el confort y el color.

Blanca Miró con un cárdigan y unos shorts de algodón cosidos en punto Jacquard

Prendas que se adaptan a ti, en vez de tu a ellas, y que, como denota esta colección cápsula, proclaman el verano a voz en grito. Es por ello que otra de las tendencias clave que vuelve a la carga son las sandalias de dedo piscineras. “No estamos hablando de las chanclas, que nunca han dejado de estar presentes pero que poco tienen que decir en lo que a estilo se refiere. Hablamos de flip flops en versión formal, con tacones en formas incluso psicodélicas”, explica Meira Dukra, estilista para Harper’s Bazaar Ukraine.

Zapatos a medio camino entre la playa y la oficina que, al igual que otras sandalias, van a pisar firme en otoño, combinadas con medias de colores y prendas al más puro estilo glam rock, como los diseños del marbellí Luis Pacheco para el próximo otoño. Lazos XL, lunares en el combo blanco y negro y cinturones de más de 5 cm de altura que demuestran las raíces de toda tendencia de los noventa: el eclecticismo y autonomía. Y de fondo suena otro gran éxito musical de esos años, Freedom, del fallecido George Michael: “All we have to see is that I don’t belong to you. And you don’t belong to me. Freedom! You got to give what you take!”

Desead@ bisutería La bisutería de los noventa, con el vidrio, el latón y el metacrilato colorista como denominador común, se ha convertido en el nuevo grito millennial. A la cabeza de este comeback se encuentra la marca I’manny London, uno de los grandes éxitos de la plataforma de venta de diseñadores independientes Wolf & Badger. Sus piezas en vidrio son un homenaje al mundo vegetal y floral. Una parte de las ventas, como buena muestra del espíritu solidario actual, se destina a ONGs como Mindy Charity y Marie Curie, The Loveland Foundation.

Joyería de vidrio de Sandra Barrios

Los objetos de esta diseñadora española establecida en Londres homenajean el mundo de las frutas y verduras SYSTEM

Establecida también en Londres pero nacida en España, la firma sandralexandra, de la diseñadora Sandra Barrios, es también un homenaje al mundo de la fruta y las hortalizas. “La joyería de cristal es una tendencia atemporal ya que existe desde hace siglos con el cristal de Murano y más adelante en la República Checa. La elegancia y delicadeza que despierta la joya de vidrio es de una belleza inigualable, pero creo que ha sido a través de las redes sociales que se ha dado más visibilidad a marcas que trabajan este material situándolo de nuevo en el top one de últimas tendencias”, nos cuenta Barrios.

De cuando éramos niñas

Gargantilla y collar de la firma demoda BPCR Hotel Playa Mar

La nueva colección cápsula de la diseñadora y estilista Blanca Pérez-Cabrero, al frente de BPCR, es una oda a la diversión. Hotel Playa Mar está inspirada precisamente en las joyas que las niñas nacidas en los noventa usaban de pequeñas. Piezas fabricadas con resinas, cerámicas y hallazgos vintage que la diseñadora encuentra en mercadillos de toda Europa.

“Veníamos de tendencias muy sobrias y con el blanco y negro por bandera. Patrones muy rectos, colores planos… Y como siempre, después de tanta templanza, emerge con fuerza todo lo contrario. Por ejemplo, en BPCR me he inspirado en los años 90 para crear gargantillas de una sola tira o varias, con abalorios colgando. También he apostado por los chokers con piezas de resina en forma de flores y colores blanco y fucsia”, detalla Pérez-Cabrero.

Arte de latón

Alba Hebe ha revitalizado las joyas hechas con latón y pintura acrílica SYSTEM

Alba Hebe, barcelonesa recién graduada en joyería en la escuela Massana de Barcelona, recupera otros materiales de los noventa, el latón y la pintura acrílica, en especial en los pendientes Carmen y Candela, que son un guiño al juego entre el espacio positivo y el negativo, como el proceso creativo del tie dye, pero en este caso tomando como referencia las sombras que se proyectan en la piel un día cualquiera de sol veraniego.

Chupetes de la suerte

Desde que Demna Gvasalia tomase las riendas creativas de Balenciaga la firma ha lanzado al mercado una serie de joyas que a simple vista parecían sumamente arriesgadas en el sector del lujo. ¿Quién no recuerda los chupetes de la suerte que se popularizaron allá en 1992? Esos amuletos de distintos colores se llevaban colgando del cuello o en una tobillera.

El rosa simbolizaba el éxito en los exámenes; el rojo, suerte en las conquistas amorosas; el azul, dinero… Cada color atraía una fortuna particular, y el transparente era el comodín para todos tus deseos. Apelando a nuestra nostalgia infantil, Balenciaga los ha reconvertido en pendientes. Todo un éxito de ventas, al igual que las pulseras, los chockers o gargantillas y dados de plástico en colores flúor o con letras para formar nombres o palabras. ¡Un DIY llamativo y de lujo!

México: Los reyes de las olas- Videos de RT

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México: Los reyes de las olas

Ni siquiera una bandera roja ondeando de forma amenazante durante todo el año es capaz de disuadir a quienes quieren dominar las olas, y es que la playa de Zicatela, una de las joyas naturales de las costas de México, puede presumir de ser una de las mecas del surf. Sus majestuosas olas, perfectas para la práctica de este deporte acuático, atraen cada año a miles de surfistas de todos los rincones del planeta a pesar del peligro que este lugar ofrece para los bañistas.

Playa Zicatela, que se encuentra en Puerto Escondido, en el estado mexicano de Oaxaca, es poseedora de la tercera ola más importante del mundo y miles de surfistas de distintas nacionalidades la visitan cada año convirtiendo a este pequeño pueblo ‘hippie’ y bohemio en un referente del deporte más extremo del océano.

Ser surfista es casi un tema de destino. Debes nacer cerca del mar o algo tiene que pasar para que te lleve a él. Es casi como si el océano eligiera a quien quiere dentro de sus olas.

Johnny Corso es uno de esos jóvenes para quienes el surf es su vida. Con solo 17 años, en 2017, se convirtió en el campeón mundial en Francia.

“Ser el más joven en hacerlo en toda la historia (…) fue algo inesperado, no me lo esperaba. Por suerte estaba mi papá acompañándome a mi lado, como mi inspiración, como mi entrenador, así que fue increíble ganar la medalla de oro para México”, recuerda.

No es un deporte barato

El surf no es un deporte barato. El costo solo de la tabla oscila entre los 1.000 y 2.000 dólares y es necesario contar con diferentes equipos para poder surfear varios tipos de olas.

Por eso, muchos surfistas como Jafed Ramos trabajan duro para cumplir sus sueños. En su caso, trabajó como pescador, en un restaurante y lavando carros.

“La primera tabla que llegó a mí fue con mucho trabajo y muchas fuerzas, la verdad”, rememora este deportista, quien enfatiza que gracias al surf ha podido aprender inglés y viajar.

“Mucha gente piensa que es algo muy físico el surf y sí lo es, pero hay esa parte mental que no mucha gente entrena y sí tiene que ver bastante”

Los surfistas tienen horarios estipulados, dietas rigurosas, entrenamientos arduos en el agua y pasan muchas horas ejercitándose lejos del mar.

Pero en el surf no solo es importante el entrenamiento físico, también hay que estar preparado emocionalmente y psicológicamente para tomar decisiones al momento de remar una ola, ya que de eso depende, entre otras cosas, la vida de los deportistas.

“Mucha gente piensa que es algo muy físico el surf y sí lo es, pero hay esa parte mental que no mucha gente entrena y sí tiene que ver bastante (…) tienes que estar muy presente en el momento de lo que estás haciendo en la ola”, explica Sebastián Williams, otra de las jóvenes promesas del surf mexicano.

Y este entrenamiento tiene un objetivo: competir.

El pasado mes de julio fue uno de los más importantes en la historia del surf mexicano cuando la Asociación de Surfistas Profesionales (WSL, por sus siglas en inglés) –encargada de regular los campeonatos de surf cada año– confirmó a las costas de Oaxaca como una de las paradas obligatorias del circuito mundial Corona Surf League.

Este evento es el más importante del surf a nivel mundial, lo cual coloca a México en una categoría llena de prestigio y un motivo de celebración y de orgullo nacional.

Para conocer en detalle este deporte con el que conviven estrechamente otras profesiones como los fotógrafos submarinos o el turismo, no se pierda la nueva edición de ‘RT Reporta’.